domingo, 24 de marzo de 2024

ATAQUES DE PÁNICO Y AGORAFOBIA




"A lo único que debemos tener miedo,

es al miedo como tal"

Franklin D. Roosevelt 



La Agorafobia es uno de los trastornos de ansiedad más incapacitantes y que suponen un mayor sufrimiento personal.

La persona agorafóbica vive obsesionada con la posibilidad de que le ocurra un ataque de pánico, especialmente en un lugar público.

El miedo anticipatorio a que surja esta circunstancia supone un incremento de ansiedad, con lo que la evitación de situaciones donde se pueda desencadenar el ataque de pánico se hace cada vez más generalizada, comenzando la limitación de actividades por miedo al ataque de pánico.

La persona sufre un estado constante de ansiedad, su calidad de vida empeora y normalmente, la situación se acompaña con un estado de ánimo deprimido.

El tratamiento más efectivo es el cognitivo-conductual, donde se trabajan los pensamientos erróneos respecto a la posibilidad de que suceda el ataque de pánico, y la exposición a las situaciones temidas (con terapeuta o con persona de apoyo).

Es un tratamiento que requiere una gran implicación personal del paciente, pero tiene unos excelentes resultados, devolviendo a la persona a la vida cotidiana, sin miedos inducidos.


QUÉ ES LA AGORAFOBIA

El agorafóbico es alguien que tiene miedo de alejarse de casa, miedo a estar solo, a no recibir ayuda en plena calle y miedo a lugares con mucha gente, como calles, centros comerciales o autobuses.

La mayoría de las personas que sufren agorafobia tienen miedo a perder el control ante sus propias reacciones y temor a sufrir un ataque de pánico, un desmayo o incluso un ataque al corazón.



la agorafobia produce sensacion de intenso malestar fisico
La Agorafobia se puede definir como miedo a tener miedo

Este temor hace que eviten los lugares en los que podrían sufrir estas consecuencias, y llega a convertirse en un hábito eludirlos, incluso ampliando cada vez más las situaciones o lugares que evitan. A menudo pueden afrontar caminar por la calle o ir a un centro comercial si van acompañados por alguien, haciéndose dependientes de otras personas en su día a día. Si una persona tiende regularmente a evitar acudir sola a muchos lugares, por miedo, se dice que padece agorafobia. Es un problema relativamente frecuente, que afecta mucho más a las mujeres.

FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO


Temperamentales. La inhibición de la conducta y la disposición neurótica y la sensibilidad a la ansiedad, se relacionan con la agorafobia. Las personas que consideran perjudicial la ansiedad tienen más posibilidades de padecer agorafobia.

Ambientales. Los sucesos negativos de la infancia, como la separación o fallecimiento de los padres, y factores de alto impacto como haber sido atacado, se asocian a la aparición de este trastorno. Habitualmente los agorafóbicos describen un clima familiar y de crianza con escasa calidez y sobreprotección.  


Genéticos y fisiológicos. La heredabilidad de la agorafobia es del 61%. La agorafobia es de los diferentes trastornos de ansiedad, la agorafobia es la que tiene una asociación más intensa entre el factor genético y la posibilidad de sufrir este tipo de miedo. .

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS AGORAFOBIA (DSM-5)

A. Miedo o ansiedad intensa acerca de dos (o más) de las cinco situaciones siguientes:

  • Uso del transporte público (p.e.  automóviles, autobuses, trenes, barcos, aviones).
  • Estar en espacios abiertos (p.e. zonas de estacionamiento, mercados, puentes).
  • Estar en sitios cerrados (p.e. tiendas, teatros, cines).
  • Hacer cola o estar en medio de una multitud.
  • Estar fuera de casa solo.

B. El individuo teme o evita estas situaciones debido a la idea de que escapar podría ser difícil o podría no disponer de ayuda si aparecen síntomas tipo pánico u otros síntomas incapacitantes o embarazosos (p.e. miedo a caerse en las personas de edad avanzada; miedo a la incontinencia).

C. Las situaciones agorafóbicas casi siempre provocan miedo o ansiedad.

D. Las situaciones agorafóbicas se evitan activamente, requieren la presencia de un acompañante o se resisten con miedo o ansiedad intensa.

E. El miedo o la ansiedad es desproporcionado al peligro real que plantean las situaciones agorafóbicas y al contexto sociocultural.

F. El miedo, la ansiedad o la evitación es continua, y dura típicamente seis o más meses.

G. El miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. 

H. Si existe otra afección médica (p.e. enfermedad intestinal inflamatoria, enfermedad de Parkinson), el miedo, la ansiedad o la evitación es claramente excesiva.

I. El miedo, la ansiedad o la evitación no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental, por ejemplo, los síntomas no se limitan a la fobia específica, a la situación; no implican únicamente situaciones sociales (como en el trastorno de ansiedad social), y no están exclusivamente relacionados con las obsesiones (como en el trastorno obsesivo-compulsivo), defectos o imperfecciones percibidos en el aspecto físico (como en el trastorno dismórfico corporal), recuerdo de sucesos traumáticos (como en el trastorno de estrés postraumático) o miedo a la separación (como en el trastorno de ansiedad por separación).


Nota: Se diagnostica agorafobia independientemente de la presencia de trastorno de pánico. Si la presentación en un individuo cumple los criterios para el trastorno de pánico y agorafobia, se asignarán ambos diagnósticos.


Fuente: AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION


TECNICAS DE TRATAMIENTO EN AGORAFOBIA

Podemos agrupar las técnicas de intervención según se dirijan a la modificación de los ataques de pánico o a la modificación de la conducta de evitación agorafóbica:

MANEJO DE LOS ATAQUES DE PÁNICO:

A) TÉCNICAS CONDUCTUALES:

1- ENTRENAMIENTO EN RELAJACIÓN: Se dirige a la reducción de estados de ansiedad de fondo (no a la angustia de pánico). Se suelen emplear los métodos de Jacobson (relajación progresiva muscular) o Schultz (relajación autógena). Se entrena al paciente en las secuencias de relajación y este puede practicarlas en casa.

2- REGULACIÓN RESPIRATORIA: Se enseña al sujeto a ralentizar su respiración a 8-10 ciclos respiratorios por minuto. Debe ser una respiración superficial para no aumentar la alcalosis, que agravaría los síntomas. Una vez que el sujeto a aprendido a manejar la respiración del modo descrito se le induce a producir una hiperventilación voluntaria (p.e respiración rápida, aguante respiratorio, etc) y a controlarla mediante la regulación respiratoria. De esta manera el sujeto posee una técnica de inoculación.

3- TÉCNICAS VAGALES: Se suele utilizar el reflejo baro-sinusiano de Valsava. Se pide al paciente que produzca una hiperpresión abdominal de tres a cinco segundos. Esto se realiza hinchando el vientre, lo que produce una reducción rápida de la frecuencia cardíaca. Se puede repetir una docena de veces esta maniobra. Es utilizada junto a la exposición en vivo junto a la regulación respiratoria en pacientes con temores cardíacos.

B) TÉCNICAS COGNITIVAS:

1- FLECHA DESCENDENTE: A partir del pensamiento automático (expectativa de amenaza o visión catastrófica) el sujeto se va preguntando por las consecuencias hasta llegar al supuesto personal subyacente. Una vez detectado se puede poner a prueba

EXPOSICIÓN EN LA IMAGINACIÓN MAS RETRIBUCIÓN Y DISCUSIÓN COGNITIVA:


Se puede realizar una secuencia del tipo: 5 minutos de relajación - 5 minutos de exposición en la imaginación - 5 minutos de hiperventilación y retribución de las sensaciones - 15 minutos de respiración por regulación respiratoria y - 10 minutos de discusión sobre el proceso y su uso como tarea preventiva (PREVENCIÓN COGNITIVA).

MANEJO DE LAS CONDUCTAS DE EVITACIÓN AGORAFÓBICA:

Se jerarquizan las situaciones evitadas y se emplea la exposición con ellas (p.e primero en la imaginación, después en vivo); se utiliza a veces en combinación con la inoculación al estrés.

QUÉ CAUSA LA AGORAFOBIA

La agorafobia se origina en un primer momento cuando el cuerpo reacciona a situaciones diarias como si éstas fueran peligrosas. Una vez que se siente la preocupación por estas sensaciones extrañas, los agorafóbicos tienen a evitar los lugares relacionados con dichas sensaciones.


En los agorafóbicos una reacción corporal (sudoración, taquicardia, mareos, parestesias), se ha hecho extremadamente sensible y tiende a reproducirse automáticamente en contextos parecidos. Es como si se produjera un miedo al miedo, y la persona va pensando que va a volver a sentir esas sensaciones que le han causado pánico, reaccionando con ansiedad, respiración torácica, preocupación extrema, autogenerando nuevamente las mismas sensaciones que sintió, con lo que le da una interpretación errónea a la situación.
 
El miedo, la ansiedad y la evitación deben ser desproporcionados para el peligro que realmente suponen las situaciones de agorafobia. Es importante diferenciar los temores razonables (salir de casa en una tormenta) o de las situaciones que se consideren peligrosas (caminar por un parking solitario de noche), de situaciones en principio inocuas que producen un miedo desproporcionado (ir al cine).

Los ancianos son propensos a atribuir su exceso de temores a limitaciones debidas a su edad y menos propensos a juzgar sus miedos como desproporcionados con respecto al riesgo real.

Las personas que sufren agorafobia tienden a sobrestimar el peligro de los síntomas similares al pánico u otros síntomas corporales.

Las características clínicas de la agorafobia son relativamente constantes durante toda la vida, aunque las situaciones que desencadenan miedo y evitación pueden variar. Los niños suelen tener más miedo a salir de casa, mientras que en los adultos mayores el miedo más frecuente es estar en tiendas, hacer cola y los espacios abiertos.

El miedo más frecuente es a perderse (niños), a sufrir un ataque de pánico (adultos) y caerse (ancianos).

La baja prevalencia de la agorafobia en los niños podría reflejar dificultades para expresar los síntomas y, por lo tanto, las evaluaciones en los niños pequeños pueden requerir la obtención de información a partir de múltiples fuentes, entre ellas los padres y los maestros.

Los adolescentes, en particular los varones, pueden estar menos dispuestos que los adultos a expresar abiertamente los temores y la evitación de la agorafobia, a pesar de que es frecuente la aparición de la agorafobia durante la adolescencia.

AGORAFOBIA: EL MIEDO QUE TU ALIMENTAS

La agorafobia comienza con una sensación de pánico ante una situación en principio cotidiana e inocua (por ejemplo, al entrar en un centro comercial).

La persona de repente se empieza a encontrar mal: palpitaciones, el corazón se le sale del pecho, se le adormecen las manos, se marea...necesita salir urgentemente de esta situación. Y sale, y siente alivio

PENSAMIENTO AUTOMÁTICO: si voy a un centro comercial me va a dar un ataque de pánico


ACTUACIÓN: evitar los centros comerciales para evitar la situación de angustia

Acabamos de crear el monstruo de la agorafobia. Ahora tiene el tamaño de un bebé de tigre



la agorafobia se nutre de tu propio miedo
Tratamiento Agorafobia en Villaverde  (Madrid)


Ahora tienes un pequeño cachorro de tigre, todo el mundo le consideraría adorable, pero tú lo ves como una amenaza, crees que te puede comer, y para que no te coma le alimentas....con tus miedos


Empiezas a tener miedo a que te de un ataque de pánico en el metro, y dejas de ir en metro. Tienes miedo de entrar en una tienda, y evitas las tiendas, sientes que te va a dar el ataque si vas solo por la calle, y procuras no salir, o ir acompañado, y siempre con el miedo al ataque de pánico...estás dando de comer al pequeño tigre para que no te coma, estás alimentando y haciendo crecer la agorafobia,

¿Y que pasa si no te enfrentas a ello?



Agorafobia: el miedo que tu alimentas

Has alimentado un gran tigre que te puede comer.


Por ello, si empiezas a sufrir ataques de agorafobia, no los dejes continuar, no alimentes tu miedo al miedo, aprende a luchar y vencer al miedo. El tigre se irá, porque tu no le das de comer.

ACTÚA

LA EVITACIÓN FACTOR CLAVE EN EL MANTENIMIENTO DE LA AGORAFOBIA

La evitación de una situación adversa opera en la agorafobia como una forma de mantener y generalizar el problema.

Una persona, cuando tiene miedo a una situación (por ejemplo, a subir a un tren), anticipa el miedo que va a sentir si se expone a esta situación y empieza a generar una ansiedad anticipatoria (miedo al miedo), de forma que cuando llega el momento de exponerse se retira, experimentando un alivio: esto es la evitación.

El peligro de la evitación de la situación ansiógena es que el agorafóbico la considera una forma de dejar de sufrir, y normalmente generaliza esta situación, es decir, a la mínima señal de miedo anticipatorio en otras situaciones, empleará el mecanismo de evitación para que cese la ansiedad, por lo que las situaciones agorafóbicas van siendo cada vez mayores. 

La evitación es justo lo contrario de la exposición a la situación ansiógena, y los resultados igualmente son absolutamente divergentes: 

Con la evitación cronificamos la ansiedad y la generalizamos a más situaciones.


Con la exposición nos habituamos a la ansiedad (al comprobar que mantenerse en la situación ansiógena va cediendo el valor del estímulo aversivo) con lo que conseguimos la extinción de la ansiedad y además nos produce sensación de control sobre la situación 

Por todo ello es importante que la persona que comienza a experimentar miedo anticipatorio a determinadas situaciones, intente buscar una solución a su problema, mediante las técnicas psicológicas que se muestran más efectivas para este problema: 

  • Reestructuración cognitiva, dirigida a los pensamientos catastrofistas sobre las situaciones (miedo anticipatorio)
  • Aprendizaje de las señales corporales de ansiedad que tienen gran carga emocional para las personas que presentan ansiedad por miedo a las consecuencias (por ejemplo, miedo a sufrir un infarto)
  • Afrontamiento a estas situaciones mediante exposición guiada (en vivo o en imaginación) 



CÓMO RESPIRAR EN UNA CRISIS DE AGORAFOBIA

La persona agorafóbica, en general, ha olvidado respirar correctamente. Lo que hace es respirar superficialmente y en exceso (hiperventilación) utilizando únicamente la parte superior del tórax. 

La hiperventilación produce un desbalance en la concentración de monóxido de carbono en la sangre, lo que a su vez produce una sensación de acaloramiento, mareo, náusea y sudoración que, de prolongarse, añade cansancio y fatiga. Adicionalmente, al ser una respiración superficial (sólo utiliza la parte superior del tórax), somete a esfuerzo y cansancio excesivo a los músculos de esta zona del cuerpo, produciendo una sensación de opresión en el pecho.

Todos estos son síntomas comunes en las personas agorafóbicas. En sí mismos y por sí mismos no son capaces de desatar una crisis de pánico, pero la persona agorafóbica detecta la presencia de estos síntomas, activa todas las señales de alarma en su cerebro, incrementa la hiperventilación y genera un círculo vicioso que exacerba los síntomas y finalmente produce la crisis de pánico.
 
Y lo que es peor, la persona aprende a tenerle pavor a los síntomas (en sí mismos), en adición a las situaciones que los originaron.

¿QUÉ HACER EN UNA CRISIS DE AGORAFOBIA?

Romper el círculo y re-aprender a respirar correctamente.

La respiración profunda

Esta técnica combina lo cognitivo con la relajación. Para lo segundo deberá elegir una palabra (un sentimiento) que le agrade, y usarla a lo largo del ejercicio.

• Póngase cómodo 

• Inspire despacio llenando de aire primero el estómago, luego el diafragma y finalmente los pulmones, siempre de abajo hacia arriba 

• Cuente mentalmente "uno" 

• Exhale lentamente el aire en orden inverso, vaciando primero los pulmones, luego el diafragma y finalmente el estómago 

• Diga mentalmente su palabra escogida 

• Repita este proceso nueve veces más hasta llegar a la cuenta de "diez" 

• Repita todo esto, pero esta vez contando desde "diez" hasta llegar a "uno" 

• Fin del ejercicio 

¡Tómese su tiempo! Mientras más se tarde, mejor. Pero deténgase al volver a llegar a "uno". Si hizo este ejercicio por la mañana, repítalo por la tarde. O por la noche. En total debe hacerlo 2 veces al día, al menos durante una semana, aunque la idea es que finalmente convierta esta respiración en su RESPIRACIÓN HABITUAL. 

• La acción de CONTAR cada inspiración es vital para tomar conciencia del proceso y de las partes involucradas. Si lo desea, junte y repose sus manos encima del estómago o del diafragma. Esto le ayudará a visualizar la secuencia con más claridad. 

• Y la PALABRA elegida es fundamental para el relajamiento. Puede convertir este ejercicio de respiración en un magnífico espacio para la oración o meditación diaria. 

Tenga presente que será perfectamente normal que se maree (señal que estaba respirando mal), así que "apague sus alarmas" o al menos no les haga demasiado caso. Puede interrumpir el ejercicio y volver a empezar cuando se haya tranquilizado. 

Empiece practicando en su casa, en un ambiente cómodo y controlado. Un buen lugar es su habitación, acostado en la cama. Más adelante podrá hacerlo en cualquier parte: en el coche, en la oficina, donde quiera - y nadie tendrá que darse cuenta.

OTROS TRASTORNOS QUE NO SON AGORAFOBIA

Fobia específica de tipo situacional

A veces es difícil diferenciar la agorafobia de una fobia específica de tipo situacional ya que comparten varios síntomas. Se diagnostica fobia específica de tipo situacional en vez de agorafobia, cuando el miedo y la evitación se limitan a una de las situaciones de agorafobia, de forma que para aproximarnos al diagnóstico de agorafobia deben existir al menos dos situaciones temidas. Otra característica que la diferencia es la cognición, ya que si bien el miedo es el mismo, el motivo para sentir miedo es diferente (el lugar en sí o el miedo a ir al lugar y sentir miedo).

Trastorno de ansiedad por separación

Para diferenciar ambos trastornos hay que tener en cuenta las cogniciones: en el trastorno de ansiedad por separación los pensamientos son sobre estar lejos de sus figuras de apego y del entorno del hogar, pero en la agorafobia el foco está en los síntomas de pánico en las situaciones temidas (no en el hecho de estar separado de las personas que cuidan al niño. 

Trastorno de ansiedad social (fobia social)

La agorafobia se debe distinguir del trastorno de ansiedad social basándose principalmente en las situaciones que desencadenan el miedo, la ansiedad o la evitación, y en la cognición. En el trastorno de ansiedad social, la atención se centra en el miedo a ser evaluado negativamente.

Trastorno de pánico

Cuando se cumplen los criterios diagnósticos de trastorno de pánico no se debería diagnosticar agorafobia, y si las conductas de evitación de situaciones no se extienden al menos a dos situaciones agorafóbicas.  

Trastorno de estrés agudo y trastorno de estrés postraumático

El trastorno de estrés agudo y el trastorno de estrés postraumático (TEPT) se pueden diferenciar de la agorafobia si el miedo que experimenta la persona se limita a los recuerdos del trauma y si el comportamiento de evitación no se extiende al menos a dos situaciones de agorafobia. 

Trastorno depresivo mayor

En el trastorno depresivo mayor, el individuo puede evitar salir de casa por la apatía, baja autoestima, pérdida de interés en el entorno y cansancio propio de la depresión, pero no existe el miedo a sufrir un ataque de pánico. 

Otras afecciones médicas. 

No se diagnosticaría agorafobia si la evitación de las situaciones es consecuencia fisiológica de una afección médica, como serían trastornos nuerodegenerativos con alteraciones motora, como la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múlñtiple, trastornos cardiovasculares, miedo a desmayos en individuos con ataques isquémicos, sentir vergüenza a situaciones embarazosas en despeño por enfermedad de Crhon,